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Apenas a ocho kilómetros de la villa de Sacedón se sitúa Córcoles, que en 1969 pasó a ser pedanía de Sacedón.

Ubicado en plena Alcarria, enmarcado entre los embalses de Buendía y Entrepeñas, alberga el monasterio medieval mejor conservado de los que se levantaron en la provincia: el monasterio de Santa María de Monsalud, que perteneció a la Orden de los Cistercienses y terminó su construcción en el siglo XIII; actualmente conserva casi todas sus dependencias.

Su primer señor fue Don Juan de Trevés quien, en 1167, donó todo el pueblo de Córcoles al recién fundado monasterio. En el señorío de sus abades permaneció durante casi siete siglos, hasta que la desamortización de Mendizábal vino a dejarlo libre totalmente.

Es su joya más preciada, pero la villa guarda otros muchos lugares de interés, como la iglesia parroquial de San Juan Bautista, de origen románico, que conserva en este estilo el ábside semicircular de mampostería y el ingreso que se abre en la fachada merinodial. Construida a principios del siglo XIII, en su interior cabe destacar un gran mural en la sacristía; pero, sin lugar a dudas, lo más valioso está en su interior y es la talla de la Virgen de Monsalud, datada en el siglo XV y procedente del cercano monasterio que lleva su mismo nombre.

Otras de las construcciones más importantes del patrimonio civil y bien conservado de Córcoles es su lavadero. Techado mediante una vistosa estructura de madera, consta de dieciséis pilas donde trabajaban la ropa, que están separadas en dos lados.

No podemos olvidar sus múltiples fuentes y su entorno natural, con su balcón y sus vistas a la Alcarria. Llaman la atención también los maravillosos murales que se pueden encontrar por el centro del pueblo.

FIESTAS EN HONOR A LA VIRGEN DE MONSALUD

Las fiestas en honor a la Virgen de Monsalud se celebran el último fin de semana del mes del mayo. Siendo su día grande el domingo, que es el día que sale en procesión por todo el pueblo.

El 25 de marzo de 1917, día en el que se celebraban las fiestas aquel año, cayó una de las mayores nevadas que se recuerdan en Córcoles. Por lo que se decidió cambiar la fiesta a finales de mayo. Así, 1918 fue el primer año en el que la fiesta se celebró el 31 de mayo; posteriormente, en 1972, se volvió a cambiar al último domingo de mayo con objeto de que la gente pudiese asistir.